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Suiza es un país pequeño (41,285 km 2) pero poblado densamente( 7,95 millones de habitantes), de los cuales un 22,7% son residentes extranjeros; situado en el corazón de Europa occidental, de cuya historia y cultura comparte con sus vecinos de Alemania, Austria, Italia y Francia. El envejecimiento demográfico se ha acentuado en Suiza por su creciente esperanza de vida y baja natalidad. Es un país de asombrosos contrastes topográficos y climáticos . La cordillera del Jurá, la Planicie central y los Alpes podemos considerarlos como las tres principales regiones geográficas del país.
En cuanto a los recursos hídricos, a Suiza se le considera el deposito acuífero más grande de Europa.
Su territorio conserva un 6% del total de los recursos de agua dulce de Europa. Aquí nacen tres de los ríos europeos más importantes: el Rhin, el Inn y el Ródano, los cuales desembocan en tres mares distintos: el Mar del Norte, el Mar Negro y el Mar Mediterráneo.
Suiza posee también más de 1500 lagos, siendo el de Constanza y Ginebra los más grandes.
La refundación de Suiza a mediados del siglo XIX.
Suiza permanece como modelo de nacionalismo federal, cuyas raíces se hayan en la Constitución de 1848.
En 1798 Francia invadió Suiza y le impuso una nueva Constitución unitaria, la de la República helvética (12 de abril de 1798). La anexión de nuevos territorios y la extensión de la guerra al país un año después hicieron que la República cayese en la anarquía.La reacción federalista llevó a Bonaparte a imponer el Acta de Medición(3 de febrero de 1803), que reconstituía al país dejándolo en manos francesas. El bloqueo continental causó la ruina de la economía helvética, excepto la de la nueva industria mecánica.
El derrocamiento del Imperio napoleónico conllevó la abolición del Acta de Medición por la Dieta(diciembre de 1813) y la conclusión, dos años más tarde,de un nuevo Pacto federal(1815)por los gobiernos cantonales.El reconocimiento de dicho acuerdo por parte del Congreso de Viena se acompañó además por la devolución de los territorios ocupados hasta entonces por Francia y de la proclamación de la neutralidad perpetua de Suiza.
A partir de aquí se produjo un resurgir económico, aunque también hicieron aparición las dificultades políticas y sociales. El auge del maquinismo y la multiplicación de las fábricas hizo que los obreros se empezaran a inquietar, lo que promovió a una serie de motines. La oposición liberal dio pie a que entre 1827 y 1831, doce cantones iniciaran un movimiento regeneracionista, que les llevó a la adopción de medidas de crucial trascendencia: la modificación de sus constituciones, en las que apareció como principio fundamental el de la soberanía popular y la sustitución de las cargas feudales por impuestos directos.
La extensión del anticlericalismo y de la democracia militante llevó a siete cantones a concluir en 1845 la Liga Separada o Sonderbund. Los radicales, que triunfaron en Ginebra(1846) y con la mayoría en la Dieta(1847), exigieron la disolución de dicho pacto.Hubo muchas divergencias políticas, económicas y confesionales que llevaron a un enfrentamiento armado en noviembre de 1847: la guerra de los cantones, pronto saldada con el triunfo progresista. Se procedió entonces a la elaboración de una nueva Constitución, que fue aprobada en septiembre de 1848 ,parecida a la de Estados Unidos, que sirvió para dotar al país de una verdadera unión federal.
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En cuanto a política exterior, el periodo está marcado por el caso de Neuchatel entre 1856 y 1857, seguido por el caso Saboya en 1860.
En política interna,se concede a los ciudadanos el derecho de referéndum facultativo y el de iniciativa popular federal.
En cuanto a la Suiza del 2000, podemos decir que la revolución del 48 selló la victoria del calvinismo liberal sobre los católicos integristas de los cantones centrales, forjando así una Suiza más moderna: neutral y liberal. El país ha estado muchas veces a punto de romperse, la última vez tras La Primera Guerra Mundial de 1914, cuando la mayoría alemana tomó parte por el kaiser y la minoría francófona lo hizo por París.Sin embargo, Suiza se ha salvado gracias a un peculiar sistema político, donde la democracia funciona desde abajo: el ciudadano puede votar sobre cada decisión de la comuna, y de la autoridad cantonal.
Si el siglo XX convirtió a Suiza en un país riquísimo, que se salvó de dos guerras que destruyeron a Europa, ahora pesa sobre su ser la acusación de colaboradores de Hitler y de haber enviado a la muerte a miles de judíos. Creía que la neutralidad le mantendría para siempre a cubierto de las tormentas de la historia, pero dicha neutralidad se ha transformado en aislamiento y la Historia se les cuela por todas partes.
Las condiciones económicas también han cambiado. Suiza, quiera o no, ha de adaptarse a Europa.
La Primera Guerra Mundial estalla en 1914 y Suiza sigue manteniendo su neutralidad. Cuando en 1918 finaliza,se firma el Tratado de Versalles, donde se vuelve a reconocer a Suiza como una potencia neutra a cambio de no poder invadir Saboya en caso de conflicto.Durante los años 1921 y 1922, Suiza sufre su primera crisis económica, y más tarde la del 29.
Desde el fin de la II Guerra Mundial, Suiza ha disfrutado de una época ininterrumpida de estabilidad económica, social y política gracias a la neutralidad que le ha permitido escalar posiciones desde una base sólida tanto comercial como financiera, En el año 1960, Suiza entra en la Unión Europea de Libre Comercio.
Actualmente, Suiza cuenta con una economía de mercado muy eficaz . Su nivel de vida,su productividad industrial, la calidad de su sistema educativo y sanitario, se encuentran entre los más
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altos de Europa.Tras experimentar una ralentización durante la crisis de la zona euro, el crecimiento suizo fue de un 1% en 2016, un 1,5% en 2017 y 1,9% en 2018.La economía de Suiza se encuentra en un estado bastante sólido y las perspectivas de crecimiento van en aumento.La tasa de desempleo no disminuirá, permaneciendo en el nivel actual del 3,3% en 2017 y 2018.
La inflación se haya de nuevo en zona positiva.
Debido al fuerte franco suizo,los márgenes de las empresas se ven bajo presión, lo que tendrá como consecuencia más recortes en aquellas empresas que tienen que competir internacionalmente, y por eso la creación de empleo solo se produce prácticamente en sectores protegidos o intensivos en trabajadores como la educación, la salud o los asuntos sociales.
La demanda de bienes y servicios se ha desarrollado positivamente ( 2%). La demanda en el comercio exterior está fuertemente marcada por la exportación de productos farmacéuticos.
Las importaciones aumentarán beneficiándose de unas exportaciones más fuertes.
Suiza es la economía número 18 por volumen de PIB, lo que es un buen indicador del nivel de vida
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El sector de los servicios representa casi el 74% del PIB y emplea algo menos de tres cuartas partes de la población activa.El sector bancario representa por si solo el 8% del PIB.
Sectores bien desarrollados y altamente competitivos a nivel mundial como la banca,aseguradoras, fletes y el transporte
contribuyen al desarrollo del comercio internacional a través de Suiza. El turismo, que participa considerablemente en el desarrollo económico, ayuda a equilibrar el déficit comercial del país.
En definitiva, Suiza cuenta con una de las mejores economías capitalistas más estables, poderosas y modernas del mundo.
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